domingo, 21 de julio de 2013

Pasa de retirarse a ser entrenador jefe...y evita la cárcel


Todo esto le ha pasado a Jason Kidd desde que terminó la temporada regular para su último equipo los Knicks de Nueva York. Colgó las botas tras jugar la eliminatoria de semifinales de la Conferencia Este (curiosamente casi sin anotar durante todos los partidos) y en menos de un mes, los Brooklyn Nets lo contrataron como entrenador jefe. Hasta ahí todo de maravilla para Kidd de no ser por un suceso acontecido el pasado verano de 2012.
Jason Kidd declaró el pasado martes ante un tribunal del condado de Suffolk que era culpable de conducir ebrio aquella noche cuando estrelló su Cadillac Escalade 2010, lo cual le rebaja la pena que pasa a de ser de 3 años en libertad condicional para una condena menor en la que tendrá un periodo mínimo de libertad condicional y horas de trabajos para la comunidad. La NBA suele multar este tipo de cosas por lo que el veterano base probablemente se pierda los primeros partidos al frente de su nueva franquicia.

Además podrá ir practicando a la hora de tratar con un grupo como instructor ya que se le asignaron dentro de los servicios a la comunidad dar charlas en diversos institutos de Long Island (Nueva York) sobre los prejuicios que tiene ir bebido al volante y otras prohibiciones.

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